Cultura

La provincia de Los Santos es considerada la cuna de una de las máximas expresiones del folclor panameño, en la península de Azuero. En esta zona, el papel que jugó el distrito de Las Tablas fue preponderante. Lugares como Guararé, Santo Domingo, La Palma, San José, entre otros, son reconocidos por su laborioso trabajo en la confección del traje típico nacional, la pollera. También se elaboran con muy alta calidad camisillas, sombreros pintaos y cutarras, calzado usado por los campesinos. Sin embargo, la confección de joyas y accesorios que acompañan a la pollera ha sido abandonada de forma paulatina en Las Tablas, dejándosela solamente a un grupo reducido de personas mayores que se dedican a esta labor. El distrito de Las Tablas es célebre por ser cuna y guardián de variados ritmos de música vernácula y sus categorías. Algunos son: La cumbia panameña, el tamborito, cantos religiosos (salves e himnos que datan de la época de la Colonia española), la saloma (quiebre y juego de voces masculinas y femeninas), la décima, la murga, antiguos versos, coplas populares y otros géneros musicales. Es tierra donde siempre se ha ejecutado con destreza el violín y la flauta, dando como resultados grandes joyas de la música popular panameña como los famosos danzones panameños, cumbias cerradas, atravesaos, denesas y puntos, por mencionar algunos. Éstos eran los bailes de los lugareños en los siglos XVIII y XIX. Los «tamboreros» del pueblo de Las Tablas gozan de gran prestigio, gracias a su destreza al redoblar con sus manos estos instrumentos de percusión, elaborados de modo artesanal en Las Tablas y en San José (en el corregimiento de Las Tablas). Nombres como los de Gelo Córdoba, Lucy «La Faraona» JaénVictorio «El Tigre de la Candelaria» Vergara Batista, Roberto “Fito” Espino, Ulpiano “El Mechi Blanco” VergaraOsvaldo “El Escorpión de Paritilla” AyalaAlfredo «Fello» EscuderoNenito «Los Plumas Negra» Vargas, Papi Brandao, Clímaco Batista, Chico «Purio» Ramírez, Celso Quintero, entre muchos otros, han animado festividades de la región, y de la república de Panamá. La Ciudad de Las Tablas presenta, mediante sus artesanías y las labores de confección de polleras, por parte de los habitantes del lugar, una ciudad rica en tradiciones y cultura panameña. Esta es una región rica en canciones de décimas, folklore, tradiciones y danzas, etc. Su población está compuesto por grupos de meztizos y criollos. Las Tablas es famosa por sus Carnavales de proyección Internacional, además destacan sin duda alguna la Virgen Mártir Santa Librada y su Iglesia Colonial, construida a finales de 1721 y por ser también el lugar de nacimiento del tres veces Presidente de la República, el Insigne Caudillo Tableño; Dr. Belisario Porras. En este distrito se confecciona la pollera, Traje Nacional de Panamá.14 realizado 100% a mano, con diseños florales que son realizados en técnicas de Marcado (Punto de Cruz, Zurcida y Sombreada (superposición de telas). En el Distrito de Las Tablas, se encuentran famosos talleres de Orfebrería, donde se trabaja el oro y la plata, los artesanos (Plateros)se dedican a la confección de joyas con diseños típicos de la región, convirtiéndose en una tradición familiar que data de varios siglos, en el corregimiento de La Palma, se encuentran admirados «Plateros» de gran fama artística.

Rico Sancocho de gallina, con ñame, yuca, otoe y mucho culantro Pastelitos de maíz nuevo, también llamados torrejitas o buñuelos. Lechona exquisita carne de puerco. La changa o tortilla asada que es de maíz nuevo. El seren que es crema de maíz nuevo con chorizo de puerco o camarones. Chicharrones y bollo de mantequilla o de maíz nuevo.

Santa Librada, la Devoción a Santa, la virgen y mártir gallega nacida en Bayona y patrona de Las Tablas, ocupa sitiales importantes en los medios de comunicación nacionales y particularmente, en las manifestaciones populares en las que se expresa la cultura religiosa e interiorana, principalmente en la ciudad de Las Tablas desde hace más de tres Siglos, imponiéndose como la peregrinación más famosa y concurrida de la Región Azuerenze y unas de las más concurridas y vistosas de la República de Panamá. Las Tablas por sus características puras, originarias de la lejana España, conserva la «Trova», el canto popular, la Saloma, los versos y la Copla; que se ponen de manifiesto en las festividades patronales del Distrito o de poblados aledaños. El Tamborito (Baile Nacional) la Cumbia, La Mejorana y la Murga, son géneros musicales producidos en tierra Tableña (como en otras zonas aledañas), son muy comunes escucharlos a diario en la ciudad Cabecera de la Provincia de Los Santos, así como en poblados aledaños. La Fábrica de Tambores artesanales (Cuero de Venado y madera, es otra de las hermosas artesanías confeccionadas en Las Tablas (Cabecera) y en el corregimiento de San José, los cuales son los encargados de alegrar las fiestas en las noches de Tambores y Cajas, coplas y palmadas.

La Pollera Panameña

Es el traje típico de la mujer panameña que está compuesto de dos piezas separadas que consisten en una camisa y un pollerón confeccionados con tela fina. La Camisa: está formada, en su parte interior, por un armazón básico revestido de un tapabalazo y las mangas. En el exterior, por la boca de la camisa adornada con trencillas y dos arandelas, una superior y otra inferior levemente recogidas y trabajadas con labores variadas, trencillas y encajes. El Pollerón: está compuesto de tres piezas: una pretina, el cuerpo y el susto de la pollera. Estas van trabajadas sobre tela blanca o estampadas con diferentes puntadas y enriquecidas con trencillas y encajes. En la pollera como elemento tipificados, ha llamado poderosamente la atención: el arduo y delicado trabajo hecho a mano; el tradicional armazón básico, y el vistoso colorido de sus labores plasmadas sobre los finos lienzos con artística simetría. Es en el campo de lo folklórico, donde lo típico del vestido en las diferentes regiones del mundo encuentra sus últimos reductos. Es oportuno mencionar que en la Península de Azuero que queda al sur del istmo y comprende las provincias de Herrera, Los Santos y parte de Veraguas, es la región donde este vestido ha tenido mayor uso, conservación y vigencia. Es en la provincia de Los Santos, especialmente en los Distritos de Guararé y Las Tablas, donde han permanecido la mayor cantidad de artesanos que con su trabajo han logrado mantener las tradiciones populares que conforman las estructuras ornamentales de este traje nacional. Nos ofrecen estas evidencias los valiosos ejemplares de polleras antiguas que tienen labores hechas de hilos teñidos con orina de caracoles, tintes vegetales o extraídos de otras telas (hilacheros), que podemos apreciar en el museo Manuel Fernando Zárate de Guararé y en la colección particular «Un Siglo de la Pollera Panameña» del folclorólogo Edgardo A. DeLeón Madariaga. Estos ejemplares fueron confeccionados en Las Tablas, ciudad de la provincia de Los Santos, desde los años 1876 hasta 1900, y nos asegura que la Pollera Santeña ya se usaba en su confección total, según el patrón actual, en las regiones donde las tradiciones nacionales han persistido y se mantienen con mayor vigor.

Las Tablas por sus características puras, originarias de la lejana España, conserva la «Trova», el canto popular, la Saloma, los versos y la Copla; que se ponen de manifiesto en las festividades patronales del Distrito o de poblados aledaños. El Tamborito (Baile Nacional) la Cumbia, La Mejorana y la Murga, son géneros musicales producidos en tierra Tableña (como en otras zonas aledañas), son muy comunes escucharlos a diario en la ciudad Cabecera de la Provincia de Los Santos, así como en poblados aledaños.

El origen del nombre proviene de la palabra latina tabula, que hace referencia al material utilizado para construir las primeras casas del pueblo. Tabla es una pieza de madera plana, alargada y rectangular, de caras paralelas, más larga que ancha y más ancha que alta. Las Tablas fue fundada el 19 de julio de 1671, por un grupo de personas que moraban en Panamá Viejo y partieron en huida ante el saqueo del pirata Henry Morgan. Cuentan las leyendas, que un viento recio empujó el navío hacia las costas de lo que hoy es la provincia de Los Santos. Algunos señalan que el destino final era Nueva Granada; otros afirman que era Lima: lo importante, al final, es que coinciden en que la nave encalló en la desembocadura de un río. Ante este percance y al estar el barco en mal estado, los españoles decidieron desembarcar en la costa y ver si existía algún poblado cerca. Al estar en la faena de desembarco, por accidente una imagen de oro de la Virgen María, del tamaño de una persona, cayó a las aguas del río. Al ver el alboroto formado a causa de del incidente, el cacique de la tribu que vivía a orilla del río se tiró al agua con intención de recuperarla, pero el gesto fue en vano y terminó por costarle la vida al cacique. En honor a este acto, los españoles llamaron al río «Mensabé» (de Mensabi). Hasta aquí, todas las leyendas e historia coinciden. Sin embargo, en adelante, hay dos versiones populares que difieren sobre el origen del pueblo de Las Tablas. – La primera ( y más popular) está estrechamente relacionada con su patrona: Santa Librada. Cuentan los abuelos, que los recién llegados se dirigieron hacia el centro de lo que hoy es la península de Azuero en busca de algún poblado español. Siguen contando los abuelos que los españoles se llevaron la imagen para su campamento, pero la imagen desapareció. Horrorizados, la buscaron por todas las áreas cercanas al campamento; pero no aparecía. Días después la volvieron a encontrar justo donde la habían hallado la primera vez. Nuevamente se llevaron la imagen para el campamento, creyendo que había sido una broma. Sin embargo, cuál no seria su sorpresa al ver al día siguiente que no estaba. Una y otra vez la llevaron al campamento, y una y otra vez la imagen regresaba al montículo de piedra. Ante esto, los españoles entendieron que la santa quería que se establecieran en esa zona. Los españoles estaban renuentes, puesto que si bien había una muy buena fuente de agua cercana (lo que hoy es la quebrada La Ermita), gran parte del terreno no era muy apto para la construcción, ya que la mayoría de la zona se tornaba pantanosa en los meses de lluvia intensa (salvo las tierras colindantes a donde esta la actual iglesia a Santa Librada y las cercanas a lo que hoy día es la farmacia del finado Elías Pérez) y porque cerca estaba la comunidad de La Ermita de la Santa Cruz de Mayo. Pero ante la insistencia de la imagen de Santa Librada por estar en esa zona, accedieron a mudar su campamento. – La segunda leyenda está relacionada con el hecho de que las primeras casas que se construyeron fueron hechas con las tablas que resultaron del desmantelamiento del navío encallado, y por mofa de los lugareños que decían «Vamos para las casas de las tablas”. Esta versión tiene, sin duda, su propia lógica, característica del modo en que usualmente hablan las personas